Con MicroSD nos referimos a tarjetas más antiguas con capacidades de hasta 2GB, que requieren adaptadores especiales y no son compatibles con los medios más recientes. Los más extendidos, en la actualidad, son los MicroSDHC (Secure Digital High Capacity) o SD 2.0, caracterizado por una capacidad de 2 a 32 GB.
Para modelos con una capacidad interna aún mayor, tenemos la MicroSDXC (Capacidad ampliada de Secure Digital). Su límite teórico alcanza los 2 TB, aunque por ahora la oferta no pasa de los cortes de 64 o 128 GB.
Otro parámetro, además de los modelos, a tener en cuenta es el clase. Las microSDHC requieren una velocidad de lectura / escritura al menos 2 MB / s. Es este último valor el que define la clase a la que pertenece: decir que una tarjeta es de la clase 2,4,6, 10, 2 o 4 significa mantener que su velocidad mínima de lectura / escritura es de 6, 10, XNUMX o XNUMX MB / s.
Para los usos más habituales, como las cámaras, utilizamos soportes de clase 4 o 6, mientras que para operaciones como la grabación de películas en alta definición utilizamos la clase 10.
Otra indicación útil al elegir una tarjeta es confiar en un conocido y establecido constructor, gastaremos más pero tendremos una mejor calidad de material. Así que confíe en el sentido común, evitando nombres desconocidos y ofertas sospechosamente baratas.
Finalmente, verificamos que el paquete de la tarjeta, incluir un adaptador que le permite insertar la tarjeta MicroSD en la ranura SD. Sin embargo, las PC generalmente solo tienen la ranura SD más grande que la de MicroSD. Al insertar este último en el adaptador, también podremos insertar nuestra pequeña tarjeta en la PC.
Para llegar información de velocidad de la MicroSD, podemos realizar una prueba rápida a través del smartphone descargando algunas aplicaciones específicas de la Google App Store:
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